El pasado miércoles 20 de marzo, en las instalaciones de la Universidad de San Buenaventura se llevó a cabo un conversatorio sobre el Plan de Desarrollo Distrital de la ciudad por parte del señor Alcalde Alejandro Eder Garcés, y por Diego Hau, director del Departamento Administrativo de Planeación de la Alcaldía de Cali. Más allá de las elocuentes capacidades retóricas de la máxima autoridad de Cali, el propósito de este artículo es exponer de manera sucinta los aspectos fundamentales que articulan el Plan de Desarrollo de la ciudad.
En primera instancia, no sobra mencionar que un plan de desarrollo es un documento que plantea los lineamientos estratégicos que van a definir la perspectiva de desarrollo y las políticas públicas en un territorio, en un tiempo determinado. En segunda instancia, es muy importante decir que el señor Alcalde ha enviado un mensaje muy claro de su perspectiva ideológica expresada en tres aspectos: Primero, su historia personal se encuentra vinculada con la realización de procesos de paz y de reconciliación; pero desde la perspectiva de la lucha contra el terrorismo, la ilegalidad, la violencia de los grupos armados, y la inseguridad de todos los ciudadanos, pero particularmente de la violencia y la falta de protección hacia las mujeres. Segundo, comparte la importancia de los procesos de paz, pero, piensa que si los motivos o las causas que originan el conflicto no desaparecen, éstos no cesan. Tercero, para él, la forma de alcanzar una paz duradera se obtiene a través de una perspectiva del desarrollo basado en el crecimiento económico que permita aumentar los ingresos de los ciudadanos.
En este contexto de declaración política, el Plan de Desarrollo titulado: “Recuperemos a Cali”, se articula sobre 3 propósitos, que son: 1) Cali reconciliada. 2) Cali renovada y biodiversa. Y 3) Cali con buen gobierno. El primero de ellos tiene en su interior grandes retos que abarcan los principios fundamentales del poder político legítimo en la historia de la humanidad, los cuales son: la búsqueda de protección, orden, y seguridad, dentro de un marco institucionalizado del derecho público, y con una aspiración a una concepción de la justicia. En ese sentido, es un acierto fundar la prospectiva de gobierno en una de las necesidades fundamentales que ha sido experimentado por quienes han nacido, y hemos vivido en la ciudad de Cali. La propuesta consiste en que la política de seguridad se configure en la base para el crecimiento económico como motor para la generación de oportunidades para la integración social y económica.
El segundo, es una apuesta del burgomaestre de aprovechamiento de las capacidades que tiene Cali para articular diversos clúster de tipo económico, cultural, de sostenibilidad ambiental y de ciudad-región en una perspectiva política y de la administración pública, para potenciar aún más a Cali como eje estratégico del suroccidente Colombiano, aprovechando su capacidad industrial, comercial, pero también natural y cultural.
Y tercero, la perspectiva de Buen Gobierno, que implica la introducción de los principios de eficacia, eficiencia, transparencia, responsabilidad pública tanto del gobierno corporativo público, como de la gobernanza democrática, la cual hace un énfasis en la razonabilidad financiera, y la inversión de recursos con base en argumentos técnicos, focalizados y asignados desde la exigencia de la evaluación por resultados y no por gestión pública. En este contexto, si bien no sé cuál será el resultado de su gobierno, sin lugar a duda, lo que si podemos afirmar, es que al menos en su prospectiva se trata de un ejercicio de planeación serio, bien estructurado, que en una perspectiva de larga duración, cimenta las bases para obtener una mayor justicia social, más allá o más acá de nuestra simpatía por sus principios ideológico-políticos.
Mauricio Montoya Londoño. PhD.
Profesor titular Escuela de Gobierno y Relaciones Internacionales
Universidad San Buenaventura Cali
