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Artículo de opinión ·

El trabajo de oficina ha sido uno de los pilares empresariales más importantes a nivel de nuestra sociedad, impulsado la eficiencia y estructurando la mayor parte del funcionamiento de estas organizaciones. Sin embargo, la llegada de la inteligencia artificial está generando un gran impacto en la mayoría de los sectores laborales, ya que al automatizar procesos que antes dependían exclusivamente de habilidades humanas se reduce significativamente la presencia de personal para la realización de dichas actividades. Este avance aunque promete apoyar las labores humanas mediante la optimización de recursos, despierta grandes preocupaciones sobre el futuro profesional de millones de personas que antes ejercían trabajos de oficina. Ante esta situación surge la siguiente pregunta: ¿La automatización y la IA llevarán a la extinción los trabajos de oficina?

La llegada de la inteligencia artificial no ha cambiado solo el sector tecnológico, por el contrario, ha modificado la forma en la que trabajamos. En el sector de oficina, las tareas que antes requerían de mucho tiempo y esfuerzo manual, como la gestión de correos, organización de agendas e incluso la atención al cliente, ahora es realizada de manera más eficiente y productiva, reduciendo los costos y tiempos empleados en este proceso, realizando una inversión de estos recursos en otras áreas de interés. Se dice que este cambio reduciría no solamente los tiempos de trabajo sino la interacción humana y el número de empleos registrados a nivel mundial. ¿Pero es esto del todo cierto?

Según un estudio realizado por World Economic Forum calcula que “mientras 77 millones de empleos serán eliminados, otros 130 millones se crearán en los próximos años”. Aunque esto puede sonar contradictorio, refleja como la automatización y la inteligencia artificial están impulsando el crecimiento en el mercado laboral, generando nuevas áreas de trabajo, tomando a la IA como una herramienta de ayuda para el ser humano y no un reemplazo del mismo. Sin embargo, una de las problemáticas que surge a raíz de esto es la dificultad que enfrentarían muchas personas para adaptarse a este nuevo entorno laboral, resaltando la importancia de la inversión en cuánto a la recapacitación y mejora de habilidades con el objetivo de adquirir las competencias necesarias para sobrevivir a este nuevo cambio.

El futuro de los trabajos de oficina no solo dependerá de la implementación de estas tecnologías, sino, de la capacidad que dichas organizaciones presenten en cuánto a la reestructuración de nuevos roles para suplir las nuevas necesidades que se estarían generando. Si bien algunas de estas funciones pueden estar siendo automatizadas, muchas tareas seguirán requiriendo la presencia humana para el correcto funcionamiento de la misma, en donde se necesitarán cualidades únicas de los seres humanos que aún no pueden ser simuladas por un sistema automatizado o por inteligencia artificial.

En resumen, para que los trabajos de oficina y la inteligencia artificial puedan coexistir, es fundamental encontrar un equilibrio que permita aprovechar las fortalezas de ambos. La inteligencia artificial puede automatizar tareas repetitivas y mejorar la eficiencia, mientras

que el trabajo humano sigue siendo esencial en áreas que requieren creatividad, juicio y habilidades interpersonales. De este modo, ambas partes pueden complementarse y contribuir al funcionamiento óptimo de las organizaciones, garantizando que el avance tecnológico no signifique la desaparición de los empleos de oficina, sino una transformación de los mismos.

Valeria Rudas Ruiz

Sofia Valencia Solano

Ingeniería de Sistemas

Integrantes del semillero de investigación PADIA Universidad de San Buenaventura Cali

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