miércoles, 10 de septiembre de 2025
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Me he planteado escribir este artículo sin ayuda de inteligencia artificial, y es que me surgió
la idea al revisar un escrito, en el que hubiese querido dejar mis faltas de tildes y fallas en
redacción, como muestra del trabajo honesto realizado entre mi cerebro, mis manos y yo.
Por supuesto este escrito trata sobre Inteligencia Artificial, específicamente sobre la
denominada “descarga cognitiva” generada por el uso de IA.
Este concepto, inicialmente se refiere al aspecto positivo del uso de inteligencias artificiales,
para generar lo que se puede entender como una descarga mental, en procesos que
pueden ser resueltos a partir del uso de inteligencia artificial, dejando al humano
únicamente la carga de lo propiamente humano, algo así como lograr que los humanos solo
dediquemos tiempo a aquello en lo que realmente se necesita de nuestro criterio.
Suena maravilloso, y honestamente considero que es una gran oportunidad para hacernos
Superhumanos, altamente competitivos, dándonos la oportunidad de aumentar nuestra
productividad y de conquistar espacios más allá de nuestras disciplinas.
Expertos ven en esto una problemática, porque se entiende que el uso prolongado de
inteligencias artificiales, a largo plazo tendrá efectos negativos en nuestro proceso cognitivo.
Al respecto, el investigador Umberto Leon Dominguez, catedratico de la Universidad de
Monterrey, se enfoca en tres posibles escenarios de impacto cognitivo: 1. El uso de IA no
realizará aportes al desarrollo cognitivo, y consecuentemente los usuarios no
ampliarían sus capacidades cognitivas. 2. El uso de los chatbots podría generar que
los usuarios solo limiten sus esfuerzos a aquello en lo que los chatbots pudieran
ayudarlos, limitando las habilidades cognitivas. 3. Finalmente el tercer escenario
propuesto por el Dr. León-Domínguez plantea un futuro en el que el avance de los
sistema de IA se anticipan a la solucion de problematicas de tal manera que la IA
comienza a tomar decisiones por los usuarios, evitando que haya proceso de
razonamiento y pensamiento crítico frente a las diferentes problemáticas a las que
se pueda enfrentar.
El panorama no puede ser bueno, si no tenemos conciencia de los límites que
debemos tener frente al uso de IA, para nosotros, los que tal vez estamos leyendo
esta reflexión. El problema es que estamos perdiendo habilidades, no nosotros que ya las
tenemos y que con un gran esfuerzo las podemos volver a adquirir, sino las generaciones
que hoy están en su etapa inicial escolar y que están en el momento apropiado de adquirir
estas habilidades cognitivas.
Estamos frente a la IA como mariposas hacia la luz, maravillados con su belleza y potencial,
utilizandola en todas nuestras actividades y haciendo uso de ella hasta para las mas
simples decisiones, pero estamos tan impactados que poco nos detenemos a pensar en los
límites que debemos poner a tiempo, y no se trata de quejarnos, sino de esa necesidad
urgente de reglamentar desde lo pequeño en las instituciones educativas en todos los
niveles, los reglamentos internos de trabajo, hasta lo macro en nuestra legislación.
Pensemos desde lo pequeño: ¿Somos conscientes del impacto de la IA en nuestro
desarrollo personal?, ¿estamos tomando medidas para que nuestro día a día no resulte
perjudicado con el exceso de IA? ¿Somos conscientes del impacto del big data y de que
nuestro dia a dia sea procesado en macro datos? ¿Por lo menos nos planteamos estas
problemáticas?
A nivel familiar, ¿hablamos abiertamente con nuestros hijos sobre las problemáticas del big
data? ¿Les explicamos los límites y cómo deben utilizar la IA en su beneficio y no como
parte de su condena? Porque es cierto que es imprescindible subirnos al tren de la IA, pero
no podemos permitir que al subirnos dejamos nuestro equipaje (entendido este
metafóricamente como el uso de nuestras capacidades cerebrales) y empecemos a viajar
por los caminos que ella nos lleve sin ningún criterio y en ausencia de pensamiento crítico.
Si esto se plantea a nivel micro, imaginemos todo lo que sucede, o mejor dicho, lo que no
está sucediendo a nivel macro, en lo referente a los vacíos normativos que nos inundan
cada vez más.
En mis clases de derecho les hablo a los estudiantes de las lagunas jurídicas, y les explico
cómo cuando yo era una estudiante de primer semestre los profesores tenían que hacer un
gran esfuerzo para identificar las lagunas jurídicas, que en ese tiempo parecían ser
inexistentes, porque todo parecía estar reglamentado.
Hoy se invierte esta situación, resultando que las lagunas jurídicas están por todas partes, y
nos dejan sin herramientas de protección frente a todos estos cambios derivados del
cambio de era, porque entramos a la era de la inteligencia artificial sin lineamientos jurídicos
que nos permitan protegernos del uso indiscriminado. Vemos maravillados el desarrollo de
la IA, pero la ausencia de regulación nos está dejando desprotegidos.
Si bien, sabemos que la IA no es una idea o un desarrollo reciente, la democratización y su
puesta en funcionamiento con la población en general, la podemos delimitar desde
noviembre de 2022, fecha en la que OpenAI introduce por primera vez Chat GPT, con la
premisa “Your feedback will help us improveit”. Esto significa que desde esa fecha hasta hoy
no hemos sido capaces de comprender el alcance y mitigar los riesgos de los sistemas de
IA con normas completas, fuertes y estructuradas.
Hasta Julio de 2025, Colombia no tenía ninguna ley de IA, solo intentos fallidos de
reglamentar, aunque en julio tampoco cambia mucho el panorama, porque lo que se logró
elevar a Ley de la República, la Ley 2505 de julio 28 de 2025, no pudo ser mas timida y
mediática en su reglamentación: se limita a establecer el agravante del uso de IA, cuando la
suplantación de que trata el artículo 296, se realice utilizando estos sistemas.
Por lo demás no tenemos más que unos intentos para reglamentar la IA: Un total de tres
proyectos archivados:
Por su parte, actualmente están en curso varios proyectos de ley sobre regulación de
sistemas de IA, Proyecto 043 de 2025, propone un marco integral de IA, fue radicado en
julio de 2025 y fija obligaciones de transparencia y gobernanza.
El proyecto de ley 91 de 2023, fija deberes de transparencia y principios éticos en el uso
de sistemas de IA.
El proyecto de ley 98 de 2025, establece un marco regulatorio de IA, define algunos
principios, derechos y obligaciones para el desarrollo y uso de IA.
En materia de datos e IA, se radicó una propuesta de actualización de reforma de la ley
1581 de 2012 (Datos Personales) estableciendo lineamientos sobre el tratamiento
algorítmico, esta propuesta fue presentada el pasado 28 de agosto.
Como vemos, hasta julio de 2025, había más proyectos de reglamentar la IA archivados que
proyectos de ley en curso. Hoy, a septiembre de 2025, tenemos únicamente una Ley que ha
logrado ser aprobada, pero que ni siquiera llega a ser la punta del iceberg de lo que debería
reglamentar. La inteligencia artificial nos presenta una nueva era, trae beneficios, nos
transforma como sociedad, el derecho no puede tomar una posición pasiva frente a todo lo
que está y lo que se avecina. ¿Será que necesitamos de la IA para lograr reglamentarla?
¿Quieres que genere lineamientos de reglamentación para tu escrito de reflexión? Espero
que hayan llegado a este punto para entender la broma.
Claudia Fernanda Solarte
Docente Facultad de Derecho y Ciencias Políticas
Universidad de San Buenaventura Cali