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Artículo de opinión ·

La Generación Z, nacida entre mediados de la década de 1990 y 2010, ha revolucionado la forma en que se consume y se gestiona el dinero. Crecieron en un mundo hiperconectado, donde las redes sociales no solo sirven para interactuar, sino también para influir en sus decisiones económicas. Sin embargo, esta exposición constante al marketing digital y la falta de una educación financiera estructurada los han convertido en una generación con grandes desafíos en el manejo del dinero (Marín, 2020). ¿Están realmente tomando el control de sus finanzas o simplemente siguen el ritmo que las plataformas digitales les imponen?

¿Consumidores impulsivos o pioneros financieros?

Las redes sociales han cambiado las reglas del juego. Según nuestra investigación, el 64.4% de los estudiantes universitarios de Cali han realizado compras bajo la influencia de plataformas como Instagram y TikTok. Los influencers, las tendencias virales y la inmediatez de las compras en línea han creado un ecosistema donde el “fear of missing out” (FOMO) impulsa la adquisición de productos sin una planificación financiera adecuada (Cachón & Vilanova, 2016).

El acceso constante a contenido sobre tendencias y estilos de vida ha reforzado un modelo de consumo basado en la comparación y la necesidad de aceptación social. A través de plataformas como YouTube, Instagram y TikTok, los jóvenes no solo ven productos, sino también estilos de vida aspiracionales que muchas veces los llevan a gastar más de lo planeado. Este fenómeno ha incrementado la presión por mantener una imagen en línea, donde el consumo se convierte en una forma de validación social.

Sin embargo, no todo es negativo. A diferencia de generaciones anteriores, la Generación Z ha demostrado ser más consciente del impacto de sus decisiones financieras y ha comenzado a adoptar herramientas que les permiten gestionar mejor su dinero. Desde aplicaciones de ahorro hasta inversiones en criptomonedas, los jóvenes están explorando nuevas formas de independencia económica. Asimismo, la proliferación de contenido educativo en redes sociales ha permitido que más personas accedan a información sobre finanzas personales de manera rápida y sencilla.

Finanzas digitales: ¿autonomía o falsa sensación de control?

Si bien la Generación Z tiene acceso a herramientas como billeteras digitales (Nequi, Daviplata) y aplicaciones de inversión, el 52.5% de los encuestados considera que su educación financiera es promedio o baja (Marín, 2020). Tener acceso a tecnología financiera no equivale a entender cómo usarla responsablemente.

El uso de tarjetas de crédito y préstamos ha crecido significativamente entre los jóvenes, pero muchas veces sin una base educativa que les permita gestionar su deuda de manera inteligente. Mientras que en el pasado los bancos establecían barreras más altas para acceder al crédito, hoy en día fintechs y bancos han facilitado estos productos sin garantizar que sus usuarios comprendan los riesgos asociados (TransUnion, 2020). Esto genera una falsa sensación de control financiero que puede llevar a una dependencia del endeudamiento sin estrategias adecuadas de pago y planificación.

Además, la facilidad de acceso a pagos digitales ha hecho que los gastos sean menos tangibles. Estudios han demostrado que las personas tienden a gastar más cuando usan tarjetas o billeteras digitales en lugar de dinero en efectivo, ya que no experimentan la misma sensación de pérdida inmediata. Esto refuerza la necesidad de una educación financiera sólida que ayude a los jóvenes a desarrollar hábitos de gasto más sostenibles.

Oportunidades en un mundo con brecha financiera y el papel de las fintech

A pesar de los desafíos que enfrenta la Generación Z, también existen múltiples oportunidades para lograr una mayor estabilidad financiera. El acceso a herramientas digitales ha permitido que más jóvenes exploren el emprendimiento, la inversión y la educación financiera autodidacta. Sin embargo, aún persiste una brecha financiera que limita el acceso de ciertos sectores de la población a estos beneficios.

Las fintech están desempeñando un papel crucial en la reducción de esta brecha al ofrecer productos financieros diseñados específicamente para jóvenes que no cuentan con historial crediticio o garantías tradicionales. A diferencia de los bancos tradicionales, que suelen ser más restrictivos en la concesión de créditos a esta población, muchas fintech han desarrollado soluciones innovadoras como préstamos educativos accesibles, sistemas de microfinanzas y plataformas de ahorro automatizado. Iniciativas como la banca digital inclusiva, programas de microcréditos para jóvenes emprendedores y plataformas de educación financiera pueden marcar la diferencia en la autonomía económica de esta generación.

Además, nuestra investigación ha identificado que una estrategia clave para mejorar la inclusión financiera de la Generación Z es la creación de alianzas entre fintechs y universidades para ofrecer financiamiento educativo con tasas más accesibles y modelos de pago flexibles. Este enfoque no solo permite que más jóvenes accedan a la educación superior sin endeudarse de manera excesiva, sino que también promueve una mayor cultura de planificación financiera a largo plazo.

Estrategias para fortalecer la educación y el acceso financiero

Para que la Generación Z pueda aprovechar plenamente la tecnología financiera y cerrar la brecha de acceso a oportunidades económicas, es fundamental que empresas, instituciones educativas y gobiernos implementen estrategias concretas. Nuestra investigación ha identificado diversas estrategias clave para que las universidades y el sector empresarial pueda generar conexión con los jóvenes de esta generación, y se pueda potenciar la educación y el acceso financiero de los Gen Z:

  • Optimización de canales de venta y acceso inmediato: Las empresas deben adaptar sus modelos de negocio a la inmediatez que exige la Generación Z, reduciendo los tiempos de espera y facilitando el acceso a productos y servicios a través de plataformas digitales. Estrategias como envíos en menos de 48 horas, membresías, planes de suscripción y productos digitalizados pueden fortalecer la lealtad de los consumidores jóvenes.
  • Presencia y confianza en redes sociales: La conexión con la Generación Z requiere estrategias de marketing digital basadas en contenido auténtico, participación en tendencias y la colaboración con influencers. Crear comunidades en redes sociales y fomentar la interacción permite convertir seguidores en clientes leales.
  • Alianzas estratégicas para la educación financiera: Es fundamental establecer acuerdos entre universidades, fintechs y entidades financieras para desarrollar programas de financiamiento educativo con tasas accesibles y modelos de pago flexibles. Además, se deben promover campañas de sensibilización sobre el ahorro, la inversión y la planificación financiera.
  • Inclusión de programas prácticos de educación financiera: Instituciones académicas y empresas pueden desarrollar cursos y talleres enfocados en la gestión de finanzas personales, el uso de billeteras digitales y el manejo de activos financieros. Estas iniciativas no solo educan, sino que también impulsan la innovación y la reducción de costos en transacciones digitales.

Conclusión: La Generación Z y su futuro financiero

La Generación Z no está condenada a la trampa del consumo digital, sino que tiene el potencial de ser la más preparada financieramente en la historia. Pero para que esto sea una realidad, es necesario fomentar una cultura de educación financiera, adaptada a sus necesidades y canales de aprendizaje.

El reto ahora es lograr que estas herramientas y conocimientos se conviertan en hábitos financieros saludables que permitan a esta generación aprovechar las ventajas del mundo digital sin caer en sus trampas. Solo así podrán construir un futuro financiero más sólido y consciente.

📢 Como estudiantes de la Universidad San Buenaventura Cali, nos enorgullece compartir nuestra primera publicación en una revista científica indexada internacionalmente; “Evaluación de las tendencias de gasto y consumo relacionadas con la educación financiera y las redes sociales en la generación Z” en la revista Anthropolis, de la universidad Vizcaya de las Américas (Mérida, Yucatán) Puedes leer aquí: Anthrópolis – Edición Enero-Junio 2025 https://www.revistascientificasuvamerida.org.mx/revistas/anthropolisenerojunio2025.pdf Nuestra investigación analiza cómo la Generación Z enfrenta los desafíos financieros en un mundo digitalizado y explora estrategias clave para su independencia económica. Está publicación representa gran logro que hemos alcanzado con mucho esfuerzo y disciplina. El artículo está dirigido para todo aquel que esté interesado en comprender un poco más de la generación Z, quienes nacieron entre los años 1994 y 2009, con un precedente determinante; es la primera generación que nace interconectada digitalmente, transformando las dinámicas del mercado desafiando las estrategias tradicionales del marketing, y marcando nuevas tendencias en el mercado.

Ana Sofia Valencia

Ana Maria Quetama

Juliana Abreo

Semilleristas del Programa de Mercadeo y Negocios Internacionales

Universidad de San Buenaventura Cali

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