miércoles, 11 de diciembre de 2024
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Una de las crisis logísticas más grandes enfrentadas en el mundo, fue en 2020 por la pandemia del Covid-19, donde la escasez de contenedores desde oriente contribuyó a una crisis económica mundial sin precedentes.
Actualmente, estamos viviendo las dificultades operativas por las que pasan dos de las vías marítimas más importantes del mundo.
El canal de Panamá sufre una larga sequía reduciendo el tráfico de barcos a 60% de su capacidad regular.
En Egipto, está el Canal de Suez, uno de los canales navegables más transitados e importantes del mundo. Divide África de Asia y conecta el mar Mediterráneo con el mar Rojo. Goza de una ubicación privilegiada, permitiendo acortar considerablemente la ruta comercial entre Europa y Asia. De otro modo, los barcos deberían rodear el continente africano hasta llegar a Europa, aumentando en más de 8.000 kilómetros sus rutas.
En este Canal, los Hutíes (grupo rebelde de Yemen) han atacado buques comerciales, obligando a que más de doce empresas navieras suspendieran el tránsito por esta ruta y se vieran obligadas a tomar otra ruta bordeando el continente africano o la ruta del Ártico. En lo que va del 2024 , el conflicto del Mar Rojo presentó desafíos sin precedentes para el Canal de Suez, una arteria clave del comercio mundial por donde cruza aproximadamente 10% del transporte marítimo global. Este canal no solo es una ruta marítima crítica, sino también un barómetro de la estabilidad económica y política global; las interrupciones ocasionadas repercutieron en la cadena de suministro mundial, provocando un aumento en los tiempos de entrega y costos operativos.
Según información de la agencia EFE, el costo de transportar mercancías por vía marítima entre Asia y Europa está disparado.
A pesar de las advertencias recientes de 12 países encabezados por Estados Unidos a este grupo rebelde, la crisis continúa, obligando a las principales navieras del mundo a explorar nuevas y más largas rutas marítimas para evitar las agresiones.
¿Qué consecuencias tiene el cierre del mar Rojo en los mercados y cadenas de suministro globales?
¿Qué hemos aprendido de este conflicto?
En conclusión, por mucho que las empresas tengan sus planes de mercadeo y estrategias definidas, con una alta probabilidad de éxito, vivimos en una “Aldea Global” interconectados con todos los sucesos positivos y negativos que suceden en el mundo y que repercuten en las economías de todos los países que la componen. De ahí la importancia de la Planeación y Direccionamiento Estratégico Global junto con el conocimiento del Marketing internacional, que ofrece nuestra Universidad de San Buenaventura, permitiéndonos adquirir herramientas valiosas para enfrentar estos desafíos permanentes.
Andrea Guevara
Facultad de Ciencias Económicas
Universidad San Buenaventura Cali
Docente