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Artículo de opinión ·

El pasado 25 de abril, el presidente Gustavo Petro sorprendió a los colombianos y la comunidad internacional al solicitar la renuncia protocolaria de todos sus ministros. De manera posterior, se confirmó el cambio de siete jefes de cartera entre los que se encontraba el reconocido economista José Antonio Ocampo, quien presidía el Ministerio de Hacienda.

 
El revuelo de esta decisión coincidió con la reunión de la Junta Directiva del Banco de la República del mes programada para el viernes 28 de abril. Alrededor de esta giraban múltiples expectativas en materia de política monetaria dada la desaceleración económica de los últimos meses en el país – situación que, por cierto, también ha obligado a ajustar las proyecciones de crecimiento económico previstas para este año – y el incesante dolor de cabeza generado en el bolsillo de los colombianos por cuenta del elevado nivel de inflación en la economía ¡todo está por las nubes! se escucha con frecuencia en las conversaciones cotidianas de los supermercados y plazas de mercado.


Se esperaba entonces una decisión que contribuyese a mantener la estabilidad de precios por una parte y también, dado que desde octubre de 2021 se viene presentando un incremento escalonado en la tasa de referencia, se esperaba que el emisor diera una tregua. Sin embargo, no fue así, por unanimidad la Junta Directiva del Banco tomó la decisión de incrementar la tasa en 25 puntos básicos (pb) pasando de un 13% al 13,25%.


Frente a esto, hay una inquietud que puede rondar en el ambiente ¿Qué pensará el presidente Gustavo Petro de esta decisión? Recordemos que el 13 de octubre de 2022, en el marco del 67° (sexagésimo séptimo) Congreso Nacional de ACOPI celebrado en la ciudad de Barranquilla, el presidente lanzó una crítica al Banco de la República puesto que en medio de un panorama complejo en el contexto internacional (guerra, recesión, inflación galopante, hambre y crisis climática, entre otros) había tomado la decisión de incrementar la tasa de interés durante el último año pasando del 2% en octubre de 2021 al 10% en septiembre de 2022. Esta decisión en consideración del presidente actuaría como correa de transmisión de la recesión mundial al interior de nuestra economía.


La crítica del presidente parte de la decisión tomada por la Junta Directiva del Banco en el mes de septiembre de 2022 al incrementar la tasa de referencia. Para ese momento, el ex Ministro Ocampo abrió alocución resaltando que una de las principales funciones del Banco señaladas de manera expresa por la Constitución es salvaguardar la capacidad adquisitiva de los colombianos, en pocas palabras, señor Presidente, estamos cumpliendo con nuestro deber.

 
En medio de este contexto y dados los acontecimientos de las últimas semanas, es probable que la decisión del Banco Central no haya sido del agrado del presidente dadas sus frecuentes críticas en este tema afirmando que no permiten incrementar el nivel de empleo y afectan el crecimiento económico, en ese sentido, tomando en cuenta que el ex ministro Ocampo acababa de solicitar una extensión en su licencia de la Universidad de Columbia para seguir al frente del Ministerio de Hacienda ¿habrá apoyado la decisión del incremento en la tasa de referencia? Si así lo hizo ¿fue para incomodar al presidente? O, por el contrario, tal y como lo afirmado en ocasiones anteriores durante su ejercicio al frente del ministerio “solo ha obedecido el deber constitucional”
 

Jennifer Noreña Serna

Docente-Investigadora de la Escuela de Gobierno de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas, Universidad de San Buenaventura, Colombia, Economista, Magister en Políticas Públicas

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